El 4 de enero se inauguró en Dubai el rascacielos Burj Khalifa, hoy por hoy el edificio más alto del mundo con 818 metros de altura. A raíz de ese acto, escuché en una emisora de radio el siguiente comentario: "...y una especial advertencia para aquellas personas que se mareen, porque los ascensores suben y bajan a una velocidad de 10 metros por segundo..." (he puesto letra cursiva en la velocidad adrede).
¡Caramba! O sea, que según la locutora que leyó la noticia, esta velocidad puede ser motivo de mareo. Vamos a aprovechar este comentario para aclarar algunas cosas y de paso tener una pequeña clase de física.Bien, lo primero que quizás haya que indicar es que 10 metros por segundo (10 m/s en notación científica) no es una velocidad demasiado alta. Si multiplicamos ese número por los 3600 segundos que tiene una hora obtenemos una velocidad de 36000 m/h, o sea, 36 km/h... no demasiado si tomamos como referencia cualquier vehículo con el que nos movemos de forma cotidiana. Una buena referencia es la velocidad de un corredor de 100 metros lisos: en los Campeonatos del Mundo de Atletismo que se celebraron en Berlín en agosto de 2009, el atleta Usain Bolt corrió esa distancia en 9.58 segundos, y una sencilla operación nos da 100 m (espacio) dividido entre 9.58 s (tiempo) = 10.44 m/s, es decir, un poquito más deprisa que los ascensores del rascacielos.
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