miércoles, 13 de junio de 2012
El bilingüismo afina la audición y refuerza la atención
Un nuevo estudio proporciona la primera evidencia biológica de que la experiencia por partida doble que tienen los bilingües con el lenguaje "afina" su sistema nervioso auditivo y les ayuda a procesar más hábilmente las comunicaciones verbales que reciben, permitiéndoles mejorar en capacidad de atención y en memoria de trabajo.
La memoria de trabajo es la habilidad de manipular y usar la información almacenada brevemente en la mente. Es la que nos permite, por ejemplo, recordar un número telefónico que nos acaban de decir por vez primera, de manera que podamos marcarlo de un tirón, aunque instantes después ya no lo recordemos.
El equipo de Viorica Marian, experta en bilingüismo, y Nina Kraus, especializada en neurociencia auditiva, ambas de la Universidad del Noroeste en Evanston, Illinois, Estados Unidos, ha investigado cómo el bilingüismo modifica el cerebro. En particular, Marian, Kraus, Jennifer Krizman, Anthony Shook y Erika Skoe, analizaron regiones auditivas subcorticales que reciben señales procedentes de las zonas cerebrales más vinculadas a la cognición.
Kraus ya había mostrado, basándose en análisis de las regiones auditivas subcorticales, que tocar de manera habitual un instrumento musical de por vida mantiene en un grado mejorado el procesamiento del lenguaje. Para el nuevo estudio, el equipo se planteó si el bilingüismo también podría promover cambios dependientes de experiencias en la codificación básica del sonido en el tallo cerebral - una parte evolutivamente antigua del cerebro.
La respuesta es un rotundo Sí, a juzgar por los resultados del estudio. El equipo de investigación encontró que la experiencia del bilingüismo cambia el modo en que el sistema nervioso responde al sonido.
La gente hace crucigramas y otras actividades para mantener aguzada su mente. Pero las ventajas descubiertas por el equipo de Marian y Kraus en los bilingües son el resultado automático del mero hecho de conocer y usar dos idiomas. Parece que los beneficios del bilingüismo son singularmente potentes y amplios, e incluyen beneficios en la capacidad de atención, la de inhibición y la habilidad de manejar la codificación del sonido.
El bilingüismo enriquece al cerebro y tiene efectos tangibles en las funciones ejecutivas, específicamente en la capacidad de atención y en la memoria de trabajo.
En estudios futuros, Kraus y Marian investigarán si es posible obtener estas ventajas aprendiendo un idioma en una etapa ya avanzada de la vida.
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Los efectos de la soledad sobre la salud cardiovascular
La carga anímica de la soledad produce cambios en el cuerpo que imitan el proceso de envejecimiento en ciertos aspectos e incrementan el riesgo de padecer enfermedades cardiacas. Los cambios en el funcionamiento cardiovascular son parte del envejecimiento normal, pero la soledad parece acelerar el proceso.
Éste es el asombroso resultado de una investigación llevada a cabo por especialistas de la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York, la de Yale en New Haven, Connecticut, y la de Utah, todas en Estados Unidos.
Para investigar los efectos del envejecimiento y la soledad sobre la salud cardiovascular, los investigadores midieron la reactividad y recuperación cardiovasculares en 91 adultos jóvenes (18 a 30 años) y 91 adultos mayores (65 a 80 años), quienes tenían que dar una conferencia y hacer aritmética mental, en un entorno de laboratorio. Antes de las tareas, fueron evaluadas las diferencias individuales en el aislamiento percibido (soledad), y antes, durante y después de las tareas se midió la presión sanguínea sistólica y la diastólica.
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Anthony Ong. (Foto: Cornell U.)
El equipo de Anthony Ong, Jeremy Rothstein y Bert Uchino constató que la respuesta cardiovascular de los adultos jóvenes solitarios a la tarea generadora de estrés social se asemejaba más a la de los adultos mayores que no se sentían solos.
Como era de esperar, los investigadores encontraron que los adultos mayores tenían una mayor presión sanguínea en reposo, una mayor reactividad al estrés cardiovascular y tiempos de recuperación cardiovascular más largos en comparación con los adultos más jóvenes. La soledad aumentaba cada una de estas medidas, pero tenía efectos negativos aún mayores en los adultos de edad avanzada, haciendo que tuvieran mayor riesgo. El tiempo de recuperación de los adultos mayores solitarios, como promedio, era tan largo, que no regresaban a los niveles iniciales durante las dos horas del período de seguimiento.
Aunque en estudios anteriores se había encontrado una relación entre la soledad y cambios provocados por el estrés en las respuestas cardiovasculares, éste es el primero en analizar adultos jóvenes y mayores en el mismo estudio.
sábado, 28 de abril de 2012
Cómo el reloj cerebral controla a diario los estados de ánimo
Un profesor de matemáticas en la Universidad de Michigan encabezará un proyecto internacional de un millón de dólares que examinará la conexión entre el trastorno bipolar y las anormalidades en el ciclo circadiano, es decir el ritmo cotidiano en el reloj interno de los mamíferos.
En los humanos, este cronómetro con el tamaño de un grano de arroz contiene 20.000 neuronas y está ubicado justo detrás de los ojos. Se denomina núcleo supraquiasmático (NSQ) en el hipotálamo del cerebro, y es responsable de la sincronización de nuestro organismo con el día de 24 horas del planeta.
Los científicos creen que este reloj está fuera de sincronía en los pacientes con trastorno bipolar, o condición maníaco depresiva. Algunos de los genes implicados en la enfermedad son los mismos que regulan el reloj biológico. Se sabe que el tratamiento común con el compuesto de litio modifica el período de ese reloj, y que cuando a los pacientes maníaco depresivos se les fuerza a permanecer en un programa de 24 horas muchos experimentan un alivio del episodio, dijo el investigador principal Daniel Forger, profesor asociado en el Departamento de Matemáticas de la UM.
La forma en que el reloj cerebral controla el estado de ánimo sigue siendo un misterio. Este nuevo proyecto busca cambiar eso mediante complejos modelos matemáticos y experimentos con ratones.
“Observaremos de forma continua el estado del reloj interno de los animales. Cuando veamos una variante usaremos las matemáticas para comprender su función y para probar en qué manera controla el estado de ánimo”, añadió Forger.
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(Foto: U. Michigan)
Los investigadores examinarán los cerebros de ratones deprimidos y ratones normales y buscarán las anormalidades de la actividad eléctrica. Los científicos procuran determinar cuáles son las regiones del reloj que corresponden con diferentes estados de ánimo en los animales.
“Aprenderemos mucho acerca del ritmo circadiano, el cual, además, podría desempeñar un papel en el mal de Alzheimer, el cáncer y los ataques cardiacos aparte de la depresión en sí”, dijo Forger.
También participan en este proyecto Toru Takumi, un profesor en el Laboratorio de Biociencias Integrativas de la Universidad de Japón en Hiroshima; y Hugo Piggins, profesor de Ciencias en la Universidad de Manchester (Inglaterra). El proyecto obtiene sus fondos de una donación del Programa competitivo internacional de la Frontera de Ciencias Humanas, que sustenta la investigación básica de ciencias de la vida con financiación de 13 países y la Unión Europea. (Fuente .U. Michigan)
Ansiolítico administrable en forma de espray nasal
Los medicamentos que actúan sobre el cerebro, como por ejemplo los ansiolíticos empleados para mitigar estados exacerbados o persistentes de ansiedad, deben superar numerosos obstáculos en el difícil camino para llegar hasta este órgano. Por ejemplo, si un paciente toma una píldora, el fármaco debe pasar por el sistema digestivo, el hígado y la barrera hematoencefálica. Esto provoca a menudo efectos secundarios que pueden llegar a ser problemáticos. Además, se pierde o queda alterada una gran cantidad de la sustancia activa necesaria, si no es que queda del todo destruida.
El Neuropéptido S, una sustancia ansiolítica descubierta recientemente, no sería capaz de llegar al cerebro de esta manera. El tratamiento con esta sustancia sólo sería posible mediante una inyección en el cerebro, un proceso no concebible para un paciente. Sin embargo, en una nueva investigación se ha explorado una vía alternativa de administración, no invasiva, en forma de espray que se inhala por la nariz, y los resultados son prometedores.
El equipo de la psiquiatra Ulrike Schmidt, del Instituto Max Planck de Psiquiatría en Alemania, examinó, con la ayuda de experimentos en ratones, si el Neuropéptido S podría llegar al cerebro a través de la mucosa nasal y surtir efecto del modo deseado.
Apenas 30 minutos después de haberlo administrado a través de la mucosa nasal, ya habían llegado pequeñas cantidades del Neuropéptido S al cerebro de los ratones. El efecto ansiolítico apareció cuatro horas más tarde: Se pudo observar que efectivamente los ratones estaban menos ansiosos.
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Células del hipocampo que han absorbido el Neuropéptido S. (Foto: © Max Planck Institute of Psychiatry)
Esto demuestra la eficacia del Neuropéptido S cuando es administrado por vía intranasal.
El mecanismo molecular exacto de acción del Neuropéptido S todavía no está claro. Sin embargo, como han mostrado las pruebas electrofisiológicas, influye claramente en las vías de transmisión de señales entre las neuronas del hipocampo, una estructura cerebral importante para el aprendizaje y la memoria. Los investigadores sospechan que el Neuropéptido S tiene un efecto atenuante en ciertas señales del centro cerebral de las emociones, y que como resultado el individuo experimenta menos ansiedad.
Estos resultados confirman que el Neuropéptido S es un prometedor fármaco para el tratamiento de pacientes que sufren trastornos de ansiedad.
Cada idioma natal tiene una distinta carga intrínseca de trabajo para el cerebro
Para una persona resulta más difícil leer en su idioma natal si éste es el árabe que si es el hebreo o el inglés, debido a que cuando el cerebro procesa el árabe los dos hemisferios cerebrales dividen el trabajo de modo distinto a lo que hacen cuando es el hebreo o el inglés el idioma procesado.
Éste es el llamativo resultado de un nuevo estudio realizado por dos especialistas de la Universidad de Haifa, Israel. De estos resultados se deduce que la contribución de las dos mitades del cerebro al procesamiento del lenguaje escrito depende de la estructura lingüística y gráfica del idioma. Por tanto, cada idioma natal tiene una distinta carga intrínseca de trabajo para el cerebro.
Los dos hemisferios del cerebro gobiernan tipos diferentes de actividades: El hemisferio derecho se especializa más en el procesamiento de tareas espaciales y el procesamiento holístico (de patrones) en los mensajes, mientras que el hemisferio izquierdo es responsable del procesamiento de mensajes verbales y del procesamiento localizado de mensajes.
Para poder examinar la interacción entre los dos hemisferios mientras se lee en hebreo, inglés y árabe, Raphiq Ibrahim y Zohar Eviatar realizaron dos experimentos con sujetos que fueron asignados a uno de tres grupos de acuerdo a su idioma natal: árabe, inglés o hebreo. Cada grupo realizó el test en su idioma natal.
Una comparación entre los resultados de ambos experimentos estableció el grado de interacción entre los dos hemisferios durante el procesamiento cerebral de cada idioma utilizado.
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Para una persona resulta más difícil leer en su idioma natal si éste es el árabe que si es el hebreo o el inglés. (Foto: Amazings / NCYT / JMC)
Los resultados muestran que para quienes leyeron en hebreo e inglés, los dos hemisferios cerebrales trabajaron de forma independiente en la tarea de lectura, por lo que cada hemisferio podía hacer su trabajo sin verse afectado por las dificultades con las que se topase el otro al hacer el suyo. Por el contrario, para quienes leyeron en árabe, el hemisferio derecho no pudo trabajar de forma independiente en las tareas de lectura, ya que necesitaba usar recursos del hemisferio izquierdo.
Según Ibrahim, la conclusión más importante del hallazgo es que a pesar de las similitudes entre el árabe y el hebreo, cuando una persona lee árabe su hemisferio cerebral derecho no puede funcionar de forma independiente y la carga cognitiva se hace especialmente pesada, haciendo que resulte más difícil leer este idioma, incluso para las personas cuyo idioma natal es el árabe.
Los resultados del estudio indican que en el ámbito de la lectura de palabras, la forma estructural de la ortografía árabe, es decir, los contornos gráficos de los signos escritos de este idioma, activa el sistema cognitivo de modo diferente a como lo hacen los contornos gráficos de los signos de otros idiomas.
La cuestión que se plantea, por tanto, es si, en el mundo moderno, las personas que hablan ciertos idiomas tienen ya de entrada una ventaja, por el ahorro de recursos cognitivos, sobre quienes hablan otros idiomas.
Las personas nacidas en el invierno tienen más riesgo de sufrir esquizofrenia
Las personas nacidas durante la posguerra (considerada hasta el año 1959) y durante los meses de invierno (enero, febrero y marzo) tienen más posibilidades de desarrollar esquizofrenia en el comienzo de la edad adulta.
El riesgo de padecer esta enfermedad mental está relacionado con el déficit de vitamina D, que en parte podría explicar la asociación observada entre nacer en invierno (estación con menos exposición a la luz solar y, por tanto, menor producción de vitamina D) y el mayor riesgo de esquizofrenia; y también la mayor prevalencia de esquizofrenia detectada en países más al norte, donde hay menos luz solar.
Estos son algunos de los resultados de un artículo publicado en la revista Progress in Neuro-Psychopharmacology & Biological Psychiatry por científicos de la Universidad de Granada (España) sobre datos de personas que requirieron hospitalización psiquiátrica entre 1998 y 2006. El estudio confirma que entre quienes padecen esquizofrenia hay una elevada proporción de nacidos en invierno, especialmente en el mes de enero, comparada con la proporción en los otros meses del año.
En el estudio ha colaborado Francisco Díaz Atienza, del Hospital Universitario Virgen de las Nieves, junto a José María Martínez-Ortega, María Dolores Carretero, Luis Gutiérrez-Rojas, Dolores Jurado y Manuel Gurpegui del Instituto de Neurociencias.
El objetivo de esta investigación fue comparar las tasas de nacimiento en invierno entre 321 pacientes con esquizofrenia de Granada hospitalizados entre los años 1998 y 2006. Además, se analizó si la proporción de pacientes con esquizofrenia nacidos en invierno se distribuía por igual entre hombres y mujeres, y también si esta proporción fue distinta entre los nacidos durante la postguerra de la guerra civil española (un tiempo caracterizado por una mayor restricción alimentaria) y los nacidos después.
El estudio mostró que la diferencia del exceso de nacimientos en invierno entre hombres y mujeres con esquizofrenia fue similar (aunque en mujeres la proporción observada no fue significativamente superior a la esperada debido al pequeño tamaño muestral). Estudios previos demuestran que los varones con esquizofrenia nacidos en invierno tienen un comienzo más temprano de la enfermedad, presentan menos antecedentes familiares y nacen con más frecuencia en zonas urbanas.
Además, los hombres podrían ser más vulnerables que las mujeres al efecto de complicaciones obstétricas en el segundo trimestre de embarazo, debido a la menor maduración en útero y al mayor número de alteraciones estructurales cerebrales.
Al comparar los nacidos durante la postguerra (hasta el año 1959) con los nacidos después, los investigadores observaron que la proporción de nacimientos en invierno en pacientes con esquizofrenia durante el período de postguerra fue del 40%, significativamente superior al 28% observado de 1960 a 1986. Se especula con que esa diferencia se ha acortado debido a una mejora en los cuidados obstétricos durante el embarazo y a la mejora nutricional materna (otros estudios han demostrado que hay mayor riesgo de desarrollar esquizofrenia cuando ha habido una privación nutricional prenatal, cuando la madre tiene bajo peso o cuando la madre tiene déficit de hierro o de vitamina D).
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El riesgo de padecer esta enfermedad mental está relacionado con el déficit de vitamina. (Imagen: Skinner Photography)
“Numerosas investigaciones han demostrado que nacer en invierno en países del hemisferio norte se asocia a una mayor posibilidad de desarrollar esquizofrenia en la edad adulta”, explica José María Martínez Ortega, del departamento de Psiquiatría de la Universidad de Granada, autor principal de este artículo. Aunque se desconoce el mecanismo que subyace a este hecho, “podría ser sólo una expresión del efecto de diversos agentes ambientales que actúen durante la gestación, tales como complicaciones obstétricas, infecciones virales (en particular durante el segundo trimestre de embarazo) o déficits nutricionales”.
La hipótesis que se postula es la del neurodesarrollo por la que el cerebro del feto quedaría dañado, pero esa alteración sólo se manifestará cuando el sistema nervioso haya alcanzado un mayor grado de maduración y de complejidad funcional. “Se puede comprender mejor siguiendo el símil de un ordenador infectado por un virus: mientras no se utilicen determinadas funciones, el virus no tiene por qué manifestarse. Algo parecido ocurre con la esquizofrenia, que estaría latente pero no aparecería hasta la edad adulta”, concluye. (Fuente: UGR)
Efectos beneficiosos de las bayas para el cerebro
Un estudio reciente aporta más evidencias de que comer arándanos, moras, fresas y otras bayas tiene efectos beneficiosos sobre el cerebro y podría ayudar a prevenir la pérdida de memoria asociada al envejecimiento y otros cambios nocivos de esa clase en el cerebro.
Los resultados de esta investigación se suman así a los de otros estudios que, en un número creciente durante los últimos años, señalan que comer bayas puede ejercer efectos beneficiosos en el cerebro de las personas mayores.
Para evaluar la solidez de las evidencias previas sobre las bayas, los autores del nuevo análisis de resultados, Barbara Shukitt-Hale y Marshall G. Miller, examinaron de forma exhaustiva estudios sobre el tema efectuados con células, animales y humanos. Su trabajo sobre las consecuencias positivas de comer bayas se ha dado a conocer a través de la revista académica Journal of Agricultural and Food Chemistry, de la ACS (American Chemical Society, o Sociedad Química Estadounidense).
Los datos revisados por Shukitt-Hale y Miller llevan a la conclusión de que las bayas ayudan al cerebro a mantenerse sano de varias maneras.
Las bayas contienen altos niveles de antioxidantes, compuestos que protegen a las células contra los daños infligidos por las sustancias conocidas como radicales libres, que pueden resultar bastante peligrosas.
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Comer arándanos, moras, fresas y otras bayas tiene efectos beneficiosos sobre el cerebro. (Foto: iStock)
Las bayas modifican en algunos aspectos el modo en que se comunican las neuronas del cerebro. Estos cambios en la señalización pueden prevenir la inflamación que en el cerebro contribuye a que se produzcan daños neuronales, y mejoran tanto el control motor como la cognición.
Las investigaciones posteriores mostrarán si estos beneficios son el resultado de compuestos individuales que poseen en común esas bayas o si las combinaciones únicas de sustancias químicas presentes en cada baya simplemente tienen efectos similares.
martes, 3 de abril de 2012
Einstein acertó de pleno sobre el Universo
La teoría de la relatividad del genial físico alemán es «increíblemente precisa», según una nueva investigación sobre la expansión del Cosmos.
Una nueva investigación que revisa la teoría de la expansión del Universo de Albert Einstein concluye que esta es "increíblemente precisa". El equipo de físicos y cosmólogos de la Universidad de Portsmouth (sur de Inglaterra) y del Instituto Max Planck de Astrofísica de Alemania han anunciado sus resultados en el encuentro nacional de astronomía que se celebra estos días en la Universidad de Manchester, en Inglaterra. Según los científicos, sus mediciones son las más ajustadas hechas jamás la aceleración del cosmos en sus comienzos.
Según los investigadores, la expansión del Universo podría explicarse mediante la teoría de Einstein y la constante cosmológica, una combinación que supone la respuesta "más sencilla" a este fenómeno. Además, los resultados pueden arrojar luz sobre el misterio de la energía oscura, de la que tan poco se conoce y que puede ser fundamental en este proceso.
En concreto, los investigadores se centraron en el período comprendido hace entre 5.000 y 6.000 millones de años, cuando el Universo era casi la mitad de antiguo que ahora, y llevaron a cabo mediciones con una precisión "extraordinaria". La teoría de la relatividad de Einstein, por la que éste recibió el Premio Nobel de Física en 1921, predice la velocidad por la que galaxias muy alejadas entre sí se expanden y se distancian, y la velocidad a la que el Universo debe de estar creciendo en la actualidad.
Estos resultados son, según la investigadora Rita Tojeiro, "la mejor medición de la distancia intergaláctica que se haya efectuado nunca, lo que significa que los cosmólogos estamos más cerca que en el pasado de comprender por qué la expansión del Universo se está acelerando".
Energía del vacío
En este proceso parece tener un gran protagonismo la energía del vacío, relacionada con el período inicial de la expansión, y según algunos astrofísicos también con la aceleración de la expansión del Universo. En opinión de Tojeiro, lo mejor de la teoría general de la relatividad de Einstein es que se puede comprobar y que los datos obtenidos en este estudio "son totalmente consistentes" con la noción de que esta energía del vacío es la responsable.
Según los expertos, esta confirmación ayudará a los científicos a comprender mejor qué es lo que causa este misterioso proceso y por qué sucede. También esperan avanzar en la investigación de la materia oscura, aquella que no emite suficiente radiación electromagnética para ser detectada con los medios técnicos actuales, pero cuya existencia se puede deducir a partir de los efectos gravitacionales que causa en la materia visible, tales como las estrellas o las galaxias.
"Los resultados no muestran ninguna evidencia de que la energía oscura sea simplemente una ilusión fruto de nuestro pobre entendimiento de las leyes de la gravedad", añadió Tojeiro. Una mejor comprensión de la energía y la materia oscura ayudaría a entender a su vez de qué están hechos los agujeros negros.
Habla artificial controlada con movimientos de las manos
Una nueva tecnología hace posible que una persona hable o cante usando tan sólo sus manos para controlar un sintetizador de voz. La tecnología de este sintetizador que convierte gestos en voz reproduce hasta cierto punto procesos anatómicos empleados por el ser humano al hablar.
Usar esta nueva tecnología es como tocar un instrumento musical que produce voz. Entre las aplicaciones, se pueden incluir la ayuda a personas con trastornos del habla y nuevas formas de expresión musical.
El sistema, desarrollado por el equipo de Sidney Fels, Robert Pritchard y Johnty Wang, de la Universidad de la Columbia Británica, en Canadá, consta de guantes especiales equipados con sensores que detectan la posición de la mano en el espacio. Ciertas posturas de los guantes están asociadas con ciertas áreas en el espectro sonoro.
Hay sensores que detectan las flexiones, de modo que cuando un usuario cierra su mano, se crean sonidos consonantes. Abrir la mano produce los sonidos de las vocales del mismo modo que el tracto vocal lo hace cuando se mueve la lengua.
Usando dos manos, y con un adecuado reparto de funciones entre ambas, se logra un control más preciso y rápido de la generación de sonidos del habla.
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La nueva tecnología hace posible que una persona hable o cante usando tan sólo sus manos para controlar un sintetizador de voz. (Imagen: Amazings / NCYT / JMC)
En el aspecto meramente artístico, hasta el momento de escribir estas líneas ha habido siete actuaciones internacionales de músicos que han tocado un conjunto de piezas escritas específicamente para las capacidades expresivas de este "instrumento" tan singular.
Aprender a controlarlo no es muy difícil. Se suele necesitar unas 100 horas para aprender a hacer hablar al sistema y para usarlo con eficacia.
Usar esta nueva tecnología es como tocar un instrumento musical que produce voz. Entre las aplicaciones, se pueden incluir la ayuda a personas con trastornos del habla y nuevas formas de expresión musical.
El sistema, desarrollado por el equipo de Sidney Fels, Robert Pritchard y Johnty Wang, de la Universidad de la Columbia Británica, en Canadá, consta de guantes especiales equipados con sensores que detectan la posición de la mano en el espacio. Ciertas posturas de los guantes están asociadas con ciertas áreas en el espectro sonoro.
Hay sensores que detectan las flexiones, de modo que cuando un usuario cierra su mano, se crean sonidos consonantes. Abrir la mano produce los sonidos de las vocales del mismo modo que el tracto vocal lo hace cuando se mueve la lengua.
Usando dos manos, y con un adecuado reparto de funciones entre ambas, se logra un control más preciso y rápido de la generación de sonidos del habla.
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La nueva tecnología hace posible que una persona hable o cante usando tan sólo sus manos para controlar un sintetizador de voz. (Imagen: Amazings / NCYT / JMC)
En el aspecto meramente artístico, hasta el momento de escribir estas líneas ha habido siete actuaciones internacionales de músicos que han tocado un conjunto de piezas escritas específicamente para las capacidades expresivas de este "instrumento" tan singular.
Aprender a controlarlo no es muy difícil. Se suele necesitar unas 100 horas para aprender a hacer hablar al sistema y para usarlo con eficacia.
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Demuestran que la memoria reside en células específicas del cerebro
Nuestros recuerdos más dulces o temerosos, como el primer beso o una situación de pánico, dejan huellas en la memoria que pueden evocar el recuerdo detallado de cosas pasadas, incluyendo todas las sensaciones de la experiencia. Los neurocientíficos llaman a estas huellas de memoria, engramas.
Pero, ¿los engramas son conceptos o una red física de neuronas del cerebro? En un nuevo estudio del MIT, los investigadores utilizaron la optogenética para mostrar que los recuerdos residen realmente en células del cerebro muy específicas, y que simplemente activando una pequeña fracción de células del cerebro se puede rememorar un recuerdo completo
Pero, ¿los engramas son conceptos o una red física de neuronas del cerebro? En un nuevo estudio del MIT, los investigadores utilizaron la optogenética para mostrar que los recuerdos residen realmente en células del cerebro muy específicas, y que simplemente activando una pequeña fracción de células del cerebro se puede rememorar un recuerdo completo
jueves, 29 de marzo de 2012
¿Es realmente medible la inteligencia?
Artículo de opinión de Ricardo Miró.
La noticia recientemente difundida sobre la creación de un programa informático que emula el modo humano de pensar en algunas facetas medibles mediante un test que se aplica a personas, ilustra que el tema de la inteligencia es extremadamente denso, bastante ambiguo y quizá incluso casi insondable.
Es decir que, si en el siglo XIX se asimilaba la inteligencia a la capacidad de memorizar, y a partir del siglo siguiente se la equiparaba con el nivel alcanzado en la escala dada por el famoso test de IQ, eso indicaría, en principio, que se tiene poca idea, al menos por ahora, de lo que es la inteligencia.
Dos preguntas:
¿Cuál es el IQ de los inventores del IQ?
Cualquier respuesta a este interrogante generaría de inmediato consideraciones sospechosas e inclusive paradójicas.
¿Qué garantía se tiene de que las neurociencias, en veloz progreso hoy día, no declaren obsoleto todo lo realizado hasta ahora sobre el tema?
Suecia, el país en el que se ha desarrollado el citado programa informático que en algunos aspectos emula el modo humano de pensar, es un país notable, con una sociedad madura y vigorosa que cuenta con uno de los índices de Gini mejores del planeta. Este índice econométrico, universalmente aceptado, mide el nivel de la distribución de la riqueza, de manera objetiva. Es muy raro encontrar suecos en la miseria y hambrientos, y también suecos multimillonarios y de vida lujosa y vanidosa hasta el nivel de la obscenidad. Recuérdese, sin embargo, que hacia 1900 el reino escandinavo era un páramo de miseria y hambre generalizada.
Por otra parte, Suecia ostenta, asimismo, uno de los índices más bajos de percepción de la corrupción, según el método elaborado por los científicos de la Universidad de Breslau para la Fundación Konrad Adenauer.
La combinación de estos dos índices, ¿no habla ya de una sociedad colectivamente pujante, seria y, sobre todo, inteligente?
¿Los señores Strannegard y Engstrom, dos de los diseñadores del programa informático antedicho, conocen la historia, méritos y deméritos de su propio país? (Excluyo al señor Rahim Nizamani, el tercer coautor del programa, pues se trata de un prestigioso científico pakistaní, especializado en sintaxis estructural de lenguajes informáticos.)
En definitiva, todo parece apuntar a que la inteligencia, como concepto fundamental, aún es un tema abierto, apasionante y enigmático, digno de seguir siendo estudiado con la mayor profundidad posible, y muy lejos aún de contar con explicaciones "universales" y definitivas.
[Img #7373]
Acerca del autor de este artículo: Ricardo Miró (nacido en Buenos Aires, Argentina, en 1948) es Licenciado en Ciencias Matemáticas por la Universidad de Buenos Aires, y fue alumno del matemático catalán Luis Antonio Santaló y del matemático argentino Alberto Calderón. Trabaja en su país en el ámbito de la Comisión Nacional de Gestión Judicial, dependiente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Ha estudiado en tal lugar varios problemas de congestión administrativa, y ha planteado modelos matemáticos para resolverlos, utilizando los recursos de la teoría de colas y de la teoría de juegos. Tiene publicados alrededor de 50 trabajos específicos sobre estos temas, algunos de los cuales han aparecido en los Anales de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires. También ha publicado varios libros de divulgación de las matemáticas, incluyendo como tema la teoría de la probabilidad. Disertó en la Academia Nacional de Ciencias de la República Checa, en Praga, en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, en la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) y en el Instituto Balseiro de Bariloche.
La noticia recientemente difundida sobre la creación de un programa informático que emula el modo humano de pensar en algunas facetas medibles mediante un test que se aplica a personas, ilustra que el tema de la inteligencia es extremadamente denso, bastante ambiguo y quizá incluso casi insondable.
Es decir que, si en el siglo XIX se asimilaba la inteligencia a la capacidad de memorizar, y a partir del siglo siguiente se la equiparaba con el nivel alcanzado en la escala dada por el famoso test de IQ, eso indicaría, en principio, que se tiene poca idea, al menos por ahora, de lo que es la inteligencia.
Dos preguntas:
¿Cuál es el IQ de los inventores del IQ?
Cualquier respuesta a este interrogante generaría de inmediato consideraciones sospechosas e inclusive paradójicas.
¿Qué garantía se tiene de que las neurociencias, en veloz progreso hoy día, no declaren obsoleto todo lo realizado hasta ahora sobre el tema?
Suecia, el país en el que se ha desarrollado el citado programa informático que en algunos aspectos emula el modo humano de pensar, es un país notable, con una sociedad madura y vigorosa que cuenta con uno de los índices de Gini mejores del planeta. Este índice econométrico, universalmente aceptado, mide el nivel de la distribución de la riqueza, de manera objetiva. Es muy raro encontrar suecos en la miseria y hambrientos, y también suecos multimillonarios y de vida lujosa y vanidosa hasta el nivel de la obscenidad. Recuérdese, sin embargo, que hacia 1900 el reino escandinavo era un páramo de miseria y hambre generalizada.
Por otra parte, Suecia ostenta, asimismo, uno de los índices más bajos de percepción de la corrupción, según el método elaborado por los científicos de la Universidad de Breslau para la Fundación Konrad Adenauer.
La combinación de estos dos índices, ¿no habla ya de una sociedad colectivamente pujante, seria y, sobre todo, inteligente?
¿Los señores Strannegard y Engstrom, dos de los diseñadores del programa informático antedicho, conocen la historia, méritos y deméritos de su propio país? (Excluyo al señor Rahim Nizamani, el tercer coautor del programa, pues se trata de un prestigioso científico pakistaní, especializado en sintaxis estructural de lenguajes informáticos.)
En definitiva, todo parece apuntar a que la inteligencia, como concepto fundamental, aún es un tema abierto, apasionante y enigmático, digno de seguir siendo estudiado con la mayor profundidad posible, y muy lejos aún de contar con explicaciones "universales" y definitivas.
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Acerca del autor de este artículo: Ricardo Miró (nacido en Buenos Aires, Argentina, en 1948) es Licenciado en Ciencias Matemáticas por la Universidad de Buenos Aires, y fue alumno del matemático catalán Luis Antonio Santaló y del matemático argentino Alberto Calderón. Trabaja en su país en el ámbito de la Comisión Nacional de Gestión Judicial, dependiente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Ha estudiado en tal lugar varios problemas de congestión administrativa, y ha planteado modelos matemáticos para resolverlos, utilizando los recursos de la teoría de colas y de la teoría de juegos. Tiene publicados alrededor de 50 trabajos específicos sobre estos temas, algunos de los cuales han aparecido en los Anales de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires. También ha publicado varios libros de divulgación de las matemáticas, incluyendo como tema la teoría de la probabilidad. Disertó en la Academia Nacional de Ciencias de la República Checa, en Praga, en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, en la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) y en el Instituto Balseiro de Bariloche.
domingo, 25 de marzo de 2012
Un millón de dólares para el nuevo premio «nobel» de matemáticas
Endré Szemerédi se alza con el Abel 2012, el galardón de mayor prestigio
El húngaro-estadounidense Endre Szemerédi ha sido distinguido hoy con el premio Abel 2012, considerado el «Nobel» de las matemáticas. A Szemerédi se le reconocen «sus contribuciones fundamentales a las matemáticas discretas y a la teoría informática», así como el «profundo y duradero impacto de estas contribuciones en la teoría aditiva de los números y la teoría ergódica», según el fallo del jurado hecho público en Oslo.
Su influencia como matemático es «enorme» e incluye aportaciones «profundas e importantes» en muchos otros campos de esta ciencia, que se han plasmado en más de 600 artículos científicos publicados.
Varios descubrimientos llevan su nombre, empezando por el teorema de Szemerédi sobre progresiones aritméticas, y muchos de sus resultados han generado nuevas investigaciones y han puesto las bases para nuevas direcciones en las matemáticas, señaló el jurado.
Nacido en Budapest hace 71 años, Szemerédi está vinculado en la actualidad al Instituto de Matemáticas de la Academia Húngara de las Ciencias en Budapest y al Departamento de Informática de la Universidad del Estado de Nueva Jersey (EEUU).
El galardón, que está dotado con 6 millones de coronas noruegas (800.000 euros, 1 millón de dólares), le será entregado el 22 de mayo en una ceremonia en Oslo.
El premio Abel se denomina así en recuerdo del matemático noruego Niels Henrik Abel (1802-1829), y fue establecido por el Parlamento noruego en 2002.
El Comité Abel, compuesto por cinco matemáticos reconocidos internacionalmente, es el encargado de elegir cada año al ganador.
El húngaro-estadounidense Endre Szemerédi ha sido distinguido hoy con el premio Abel 2012, considerado el «Nobel» de las matemáticas. A Szemerédi se le reconocen «sus contribuciones fundamentales a las matemáticas discretas y a la teoría informática», así como el «profundo y duradero impacto de estas contribuciones en la teoría aditiva de los números y la teoría ergódica», según el fallo del jurado hecho público en Oslo.
Su influencia como matemático es «enorme» e incluye aportaciones «profundas e importantes» en muchos otros campos de esta ciencia, que se han plasmado en más de 600 artículos científicos publicados.
Varios descubrimientos llevan su nombre, empezando por el teorema de Szemerédi sobre progresiones aritméticas, y muchos de sus resultados han generado nuevas investigaciones y han puesto las bases para nuevas direcciones en las matemáticas, señaló el jurado.
Nacido en Budapest hace 71 años, Szemerédi está vinculado en la actualidad al Instituto de Matemáticas de la Academia Húngara de las Ciencias en Budapest y al Departamento de Informática de la Universidad del Estado de Nueva Jersey (EEUU).
El galardón, que está dotado con 6 millones de coronas noruegas (800.000 euros, 1 millón de dólares), le será entregado el 22 de mayo en una ceremonia en Oslo.
El premio Abel se denomina así en recuerdo del matemático noruego Niels Henrik Abel (1802-1829), y fue establecido por el Parlamento noruego en 2002.
El Comité Abel, compuesto por cinco matemáticos reconocidos internacionalmente, es el encargado de elegir cada año al ganador.
miércoles, 14 de marzo de 2012
Indagar en la mente de una persona analizando su mirada
Se dice que los ojos son las ventanas al alma, y entre enamorados es común tener la sensación de estar leyendo los pensamientos de la pareja a través de sus ojos en los momentos más íntimos.
Algo de cierto puede haber en todo esto, a juzgar por los resultados de un nuevo estudio en el creciente campo de la pupilometría.
Medir el diámetro de la pupila, la parte del ojo que cambia de tamaño para dejar entrar más luz o menos, puede indicar a qué está prestando atención una persona. En esto se basa la pupilometría, una técnica que ya ha sido usada en psicología social y en psicología clínica, con animales y humanos de distintas edades; y que debería ser usada aún más según los autores del nuevo estudio, Bruno Laeng de la Universidad de Oslo en Noruega, Sylvain Sirois de la Universidad de Quebec en Trois-Rivières, Canadá, y Gustaf Gredeback de la Universidad de Uppsala en Suecia.
La pupila es muy conocida por cambiar de tamaño en reacción a la luz. En una habitación oscura, las pupilas se dilatan para dejar entrar más luz. Tan pronto como se sale a la luz del sol, las pupilas se encogen. Esto evita que la retina, ubicada en la parte posterior del ojo, reciba una luz demasiado intensa o que no pueda hacer debidamente su trabajo por recibir menos luz de la necesaria.
Algo similar ocurre en respuesta a estímulos psicológicos. Cuando se ve algo a lo que se quiere prestar más atención, las pupilas se dilatan, aunque sea muy poco. No está claro por qué sucede esto, pero el caso es que ocurre, y puede servir en análisis psicológicos para detectar qué cosas atraen más la atención de una persona aunque intente fingir indiferencia.
[Img #7137]
La enigmática mirada del célebre pintor Sandro Botticelli, en un autorretrato que pintó alrededor de 1475.
Laeng ha usado el tamaño de la pupila para estudiar a personas que tenían cierta lesión en el hipocampo, de un tipo que por regla general provoca una amnesia muy severa en la memoria. Normalmente, si se le muestra a uno de estos pacientes una serie de imágenes, se le deja descansar un rato, y luego se le muestra otra serie de imágenes, ya no se acordará en ningún caso de cuáles ha visto antes y cuáles son nuevas. Sin embargo, Laeng midió el diámetro de la pupila de los pacientes mientras realizaban esta prueba, y encontró que los pacientes sí respondían de manera distinta a las imágenes que había visto antes, aunque creyeran no haberlas observado con anterioridad. Hasta cierto punto, es un hallazgo esperanzador, porque demuestra que el cerebro de algunos de estos pacientes sí es capaz de almacenar y recuperar recuerdos de cierta intensidad hasta el punto de poder hacer esta distinción.
Ya existe la tecnología para medir la pupila. En muchos estudios modernos de psicología se usa la tecnología de seguimiento de los ojos, por ejemplo, para detectar lo que un sujeto está mirando. Midiendo además el tamaño de la pupila en cada momento, es posible obtener datos muy reveladores. Laeng y sus colegas esperan convencer a otros investigadores en psicología para que usen este método
Algo de cierto puede haber en todo esto, a juzgar por los resultados de un nuevo estudio en el creciente campo de la pupilometría.
Medir el diámetro de la pupila, la parte del ojo que cambia de tamaño para dejar entrar más luz o menos, puede indicar a qué está prestando atención una persona. En esto se basa la pupilometría, una técnica que ya ha sido usada en psicología social y en psicología clínica, con animales y humanos de distintas edades; y que debería ser usada aún más según los autores del nuevo estudio, Bruno Laeng de la Universidad de Oslo en Noruega, Sylvain Sirois de la Universidad de Quebec en Trois-Rivières, Canadá, y Gustaf Gredeback de la Universidad de Uppsala en Suecia.
La pupila es muy conocida por cambiar de tamaño en reacción a la luz. En una habitación oscura, las pupilas se dilatan para dejar entrar más luz. Tan pronto como se sale a la luz del sol, las pupilas se encogen. Esto evita que la retina, ubicada en la parte posterior del ojo, reciba una luz demasiado intensa o que no pueda hacer debidamente su trabajo por recibir menos luz de la necesaria.
Algo similar ocurre en respuesta a estímulos psicológicos. Cuando se ve algo a lo que se quiere prestar más atención, las pupilas se dilatan, aunque sea muy poco. No está claro por qué sucede esto, pero el caso es que ocurre, y puede servir en análisis psicológicos para detectar qué cosas atraen más la atención de una persona aunque intente fingir indiferencia.
[Img #7137]
La enigmática mirada del célebre pintor Sandro Botticelli, en un autorretrato que pintó alrededor de 1475.
Laeng ha usado el tamaño de la pupila para estudiar a personas que tenían cierta lesión en el hipocampo, de un tipo que por regla general provoca una amnesia muy severa en la memoria. Normalmente, si se le muestra a uno de estos pacientes una serie de imágenes, se le deja descansar un rato, y luego se le muestra otra serie de imágenes, ya no se acordará en ningún caso de cuáles ha visto antes y cuáles son nuevas. Sin embargo, Laeng midió el diámetro de la pupila de los pacientes mientras realizaban esta prueba, y encontró que los pacientes sí respondían de manera distinta a las imágenes que había visto antes, aunque creyeran no haberlas observado con anterioridad. Hasta cierto punto, es un hallazgo esperanzador, porque demuestra que el cerebro de algunos de estos pacientes sí es capaz de almacenar y recuperar recuerdos de cierta intensidad hasta el punto de poder hacer esta distinción.
Ya existe la tecnología para medir la pupila. En muchos estudios modernos de psicología se usa la tecnología de seguimiento de los ojos, por ejemplo, para detectar lo que un sujeto está mirando. Midiendo además el tamaño de la pupila en cada momento, es posible obtener datos muy reveladores. Laeng y sus colegas esperan convencer a otros investigadores en psicología para que usen este método
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lunes, 23 de enero de 2012
TEC, la descarga que reactiva el cerebro
Asociada por muchos a la leyenda negra de la psiquiatría, la antiguamente conocida como «electroshock» sigue siendo una terapia efectiva en el combate a graves enfermedades mentales.
Lo llamaban «electroshock» y el imaginario popular lo asocia todavía a la larga lista de atrocidades que la historia de la medicina ha alumbrado. Hoy recibe el nombre de terapia electroconvulsiva (TEC) y se sigue aplicando, pero tiene poco que ver con el uso indiscriminado y cruel que han retratado películas como «Alguien voló sobre el nido del cuco» o «Réquiem por un sueño». Se trata de un arma terapéutica eficaz en muchos casos y que administrada de manera controlada ayuda a muchos enfermos mentales que no habían respondido a otro tipo de tratamientos a superar el drama de su enfermedad.
Aunque muchos pacientes piensan que la terapia electroconvulsiva es cosa del pasado y ya no se aplica, en la actualidad es un tratamiento eficaz y frecuente para patologías tan cotidianas como la depresión en casos severos, en los que el enfermo delira o se siente arruinado. También está indicada contra la esquizofrenia y diversas psicosis delirantes y agudas e incluso se utiliza para tratar patologías no psiquiátricas como la enfermedad de Parkinson. En cualquier caso, es una técnica a la que solo se recurre cuando otras opciones se han revelado insuficientes o ineficaces. Suelen pasar varios meses antes de que el psiquiatra prescriba la electroconvulsión. Ese momento solo llega cuando los fármacos, las pastillas, no han funcionado Y para muchas personas, con las descargas se abre paso también la esperanza.
«Salva vidas»
Es raro que se detecten cambios significativos antes de la tercera sesión, pero a partir de esta suele percibirse la mejoría. Las descargas estimulan la actividad de los neurotransmisores, las sustancias químicas que operan en la sinapsis, la transmisión de señales entre una neurona y la próxima. Reactivando su actividad, se contribuye a que el cerebro, prodigioso y enigmático procesador central del ser humano, recupere la normalidad. El tratamiento suele oscilar entre siete y nueve sesiones.
El doctor Juan José López-Ibor, jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico de Madrid, cuenta que, pese a su mala prensa, la TEC «salva vidas». Puede parecer una afirmación exagerada, pero la práctica terapéutica revela que no es así. De hecho, muchos pacientes con alto riesgo de suicidio o que se niegan a comer, apartan estos funestos pensamientos tras someterse a ella.
Los expertos dicen que, pese a su mala prensa, la TEC «salva vidas»
Una sesión de terapia electroconvulsiva en la actualidad dista mucho de la imagen cruenta que ha transmitido frecuentemente el cine y la literatura. Hoy el paciente es anestesiado previamente y se le administran relajantes musculares para prevenir cualquier riesgo de fractura. Después se le colocan unos electrodos sobre uno o los dos lados de la cabeza y se le aplica una descarga que no dura más de diez o quince segundos. Es entonces cuando sucede la crisis convulsiva. Es algo bastante tranquilo. Ni sale humo de la camilla ni el enfermo se retuerce en ella chillando como la niña de «El exorcista». Según López-Ibor, en la mayoría de los casos apenas se aprecia un leve movimiento en los dedos de la mano.
«Leyenda negra»
La TEC, no obstante, es una terapia, no un milagro, y en consecuencia tiene efectos secundarios. El más frecuente e inquietante para los pacientes es la pérdida de memoria que muchos sufren tras las sesiones. Suele ser reversible, y prolongarse por unas horas o días, pero también hay casos en los que esta amnesia persiste durante meses. Otros menos alarmantes son el dolor de cabeza o cierta confusión.
En el pasado, el llamado electroshock se usó de manera cruel y abusiva
Pero no son los efectos secundarios lo que hace todavía hoy perviva en el imaginario colectivo la imagen brutal de esta técnica, asociada a la leyenda negra de la psiquiatría y muchos pacientes se muestren reticentes. El doctor López-Ibor cree que a la TEC le ocurre lo que todo lo relacionado con los enfermos mentales, que «carga con un estigma». Y no toda la culpa es de la ficción cinematográfica: «En el pasado se utilizó abusivamente, muchas veces para enfermos en los que no estaba indicado», cuenta el doctor, que añade que «fue sobre todo en Estados Unidos, en un tiempo en que la psiquiatría era muy aguerrida y se entendía que había que combatir la enfermedad como fuera y se utilizaba la TEC indiscriminadamente». Todo aquello quedó superado y, aunque entre el gran público siga predominando aquel tópico, todos los psiquiatras cuentan entre su arsenal terapéutico con la terapia electroconvulsiva.
Lo llamaban «electroshock» y el imaginario popular lo asocia todavía a la larga lista de atrocidades que la historia de la medicina ha alumbrado. Hoy recibe el nombre de terapia electroconvulsiva (TEC) y se sigue aplicando, pero tiene poco que ver con el uso indiscriminado y cruel que han retratado películas como «Alguien voló sobre el nido del cuco» o «Réquiem por un sueño». Se trata de un arma terapéutica eficaz en muchos casos y que administrada de manera controlada ayuda a muchos enfermos mentales que no habían respondido a otro tipo de tratamientos a superar el drama de su enfermedad.
Aunque muchos pacientes piensan que la terapia electroconvulsiva es cosa del pasado y ya no se aplica, en la actualidad es un tratamiento eficaz y frecuente para patologías tan cotidianas como la depresión en casos severos, en los que el enfermo delira o se siente arruinado. También está indicada contra la esquizofrenia y diversas psicosis delirantes y agudas e incluso se utiliza para tratar patologías no psiquiátricas como la enfermedad de Parkinson. En cualquier caso, es una técnica a la que solo se recurre cuando otras opciones se han revelado insuficientes o ineficaces. Suelen pasar varios meses antes de que el psiquiatra prescriba la electroconvulsión. Ese momento solo llega cuando los fármacos, las pastillas, no han funcionado Y para muchas personas, con las descargas se abre paso también la esperanza.
«Salva vidas»
Es raro que se detecten cambios significativos antes de la tercera sesión, pero a partir de esta suele percibirse la mejoría. Las descargas estimulan la actividad de los neurotransmisores, las sustancias químicas que operan en la sinapsis, la transmisión de señales entre una neurona y la próxima. Reactivando su actividad, se contribuye a que el cerebro, prodigioso y enigmático procesador central del ser humano, recupere la normalidad. El tratamiento suele oscilar entre siete y nueve sesiones.
El doctor Juan José López-Ibor, jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico de Madrid, cuenta que, pese a su mala prensa, la TEC «salva vidas». Puede parecer una afirmación exagerada, pero la práctica terapéutica revela que no es así. De hecho, muchos pacientes con alto riesgo de suicidio o que se niegan a comer, apartan estos funestos pensamientos tras someterse a ella.
Los expertos dicen que, pese a su mala prensa, la TEC «salva vidas»
Una sesión de terapia electroconvulsiva en la actualidad dista mucho de la imagen cruenta que ha transmitido frecuentemente el cine y la literatura. Hoy el paciente es anestesiado previamente y se le administran relajantes musculares para prevenir cualquier riesgo de fractura. Después se le colocan unos electrodos sobre uno o los dos lados de la cabeza y se le aplica una descarga que no dura más de diez o quince segundos. Es entonces cuando sucede la crisis convulsiva. Es algo bastante tranquilo. Ni sale humo de la camilla ni el enfermo se retuerce en ella chillando como la niña de «El exorcista». Según López-Ibor, en la mayoría de los casos apenas se aprecia un leve movimiento en los dedos de la mano.
«Leyenda negra»
La TEC, no obstante, es una terapia, no un milagro, y en consecuencia tiene efectos secundarios. El más frecuente e inquietante para los pacientes es la pérdida de memoria que muchos sufren tras las sesiones. Suele ser reversible, y prolongarse por unas horas o días, pero también hay casos en los que esta amnesia persiste durante meses. Otros menos alarmantes son el dolor de cabeza o cierta confusión.
En el pasado, el llamado electroshock se usó de manera cruel y abusiva
Pero no son los efectos secundarios lo que hace todavía hoy perviva en el imaginario colectivo la imagen brutal de esta técnica, asociada a la leyenda negra de la psiquiatría y muchos pacientes se muestren reticentes. El doctor López-Ibor cree que a la TEC le ocurre lo que todo lo relacionado con los enfermos mentales, que «carga con un estigma». Y no toda la culpa es de la ficción cinematográfica: «En el pasado se utilizó abusivamente, muchas veces para enfermos en los que no estaba indicado», cuenta el doctor, que añade que «fue sobre todo en Estados Unidos, en un tiempo en que la psiquiatría era muy aguerrida y se entendía que había que combatir la enfermedad como fuera y se utilizaba la TEC indiscriminadamente». Todo aquello quedó superado y, aunque entre el gran público siga predominando aquel tópico, todos los psiquiatras cuentan entre su arsenal terapéutico con la terapia electroconvulsiva.
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Hacia un tratamiento mucho mejor del insomnio
Una investigación ha desvelado los entresijos de la actividad en el Ser Humano de la melatonina, también conocida como la "hormona del sueño". Lo descubierto revela el papel fundamental que desempeña el receptor de la melatonina en el cerebro, promoviendo un sueño profundo y reparador.
Este descubrimiento ha llevado a los investigadores a desarrollar un nuevo fármaco llamado UCM765, que activa selectivamente este receptor. Los resultados pueden sentar las bases del desarrollo de tratamientos nuevos y prometedores para el insomnio, un trastorno común que afecta a millones de personas en todo el mundo.
El estudio, llevado a cabo por especialistas de la Universidad McGill en Canadá y un equipo de químicos dirigido por los profesores Tarzia y Mor, respectivamente en Urbino y Parma, Italia, culmina una línea de investigación iniciada años atrás y encaminada a desarrollar fármacos que actúen selectivamente sobre un determinado receptor de melatonina para estimular específicamente el sueño profundo, donde, en opinión de la Dra. Gabriella Gobbi, está la clave para curar el insomnio.
El sueño profundo tiene importantes efectos reparadores, así como la capacidad para fomentar la memoria y reforzar el metabolismo, además de reducir la presión arterial y la frecuencia cardiaca. Hasta ahora, la mayoría de los tratamientos para el insomnio, como las benzodiazepinas, no han estado dirigidos específicamente al sueño profundo, y pueden provocar dependencia y dificultades cognitivas.
Los investigadores se interesaron en la melatonina por su efecto sobre la actividad cerebral, y por influir en el sueño, la depresión y la ansiedad. La melatonina es una hormona crítica producida por la glándula pineal (situada en el cerebro) en ausencia de estimulación lumínica. Esta hormona, presente en todo el reino animal, es responsable de regular los ritmos circadianos y el sueño.
Hacia un tratamiento mucho mejor del insomnio. (Foto: MUHC)
El equipo de la Dra. Gobbi descubrió que dos receptores importantes de melatonina, conocidos como MT1 y MT2, desempeñan papeles opuestos en la regulación del sueño. Los receptores MT1 actúan sobre el sueño de movimientos oculares rápidos (sueño REM, por sus siglas en inglés) y bloquean la otra fase principal del sueño, la que no es REM sino de sueño profundo. Por su parte, los receptores MT2 favorecen la fase del sueño profundo.
Determinar la función exacta de los receptores MT2 representa un importante logro científico que puede conducir al desarrollo de fármacos para combatir el insomnio que actúen de un modo más selectivo. Lo descubierto en el estudio también explica el modesto efecto de las pastillas de melatonina vendidas sin necesidad de prescripción médica, las cuales actúan sobre ambos receptores opuestos.
Usando el nuevo fármaco, UCM765, el cual se adhiere selectivamente al receptor MT2, los investigadores observaron un aumento en las fases de sueño profundo en ratas y ratones. El UCM765 actúa sobre un área del cerebro conocida como tálamo reticular, que es el principal impulsor del sueño profundo. Este nuevo fármaco, a diferencia de los tratamientos tradicionales para el insomnio, aumenta el sueño profundo sin destruir la "arquitectura" del sueño.
Este descubrimiento ha llevado a los investigadores a desarrollar un nuevo fármaco llamado UCM765, que activa selectivamente este receptor. Los resultados pueden sentar las bases del desarrollo de tratamientos nuevos y prometedores para el insomnio, un trastorno común que afecta a millones de personas en todo el mundo.
El estudio, llevado a cabo por especialistas de la Universidad McGill en Canadá y un equipo de químicos dirigido por los profesores Tarzia y Mor, respectivamente en Urbino y Parma, Italia, culmina una línea de investigación iniciada años atrás y encaminada a desarrollar fármacos que actúen selectivamente sobre un determinado receptor de melatonina para estimular específicamente el sueño profundo, donde, en opinión de la Dra. Gabriella Gobbi, está la clave para curar el insomnio.
El sueño profundo tiene importantes efectos reparadores, así como la capacidad para fomentar la memoria y reforzar el metabolismo, además de reducir la presión arterial y la frecuencia cardiaca. Hasta ahora, la mayoría de los tratamientos para el insomnio, como las benzodiazepinas, no han estado dirigidos específicamente al sueño profundo, y pueden provocar dependencia y dificultades cognitivas.
Los investigadores se interesaron en la melatonina por su efecto sobre la actividad cerebral, y por influir en el sueño, la depresión y la ansiedad. La melatonina es una hormona crítica producida por la glándula pineal (situada en el cerebro) en ausencia de estimulación lumínica. Esta hormona, presente en todo el reino animal, es responsable de regular los ritmos circadianos y el sueño.
Hacia un tratamiento mucho mejor del insomnio. (Foto: MUHC)
El equipo de la Dra. Gobbi descubrió que dos receptores importantes de melatonina, conocidos como MT1 y MT2, desempeñan papeles opuestos en la regulación del sueño. Los receptores MT1 actúan sobre el sueño de movimientos oculares rápidos (sueño REM, por sus siglas en inglés) y bloquean la otra fase principal del sueño, la que no es REM sino de sueño profundo. Por su parte, los receptores MT2 favorecen la fase del sueño profundo.
Determinar la función exacta de los receptores MT2 representa un importante logro científico que puede conducir al desarrollo de fármacos para combatir el insomnio que actúen de un modo más selectivo. Lo descubierto en el estudio también explica el modesto efecto de las pastillas de melatonina vendidas sin necesidad de prescripción médica, las cuales actúan sobre ambos receptores opuestos.
Usando el nuevo fármaco, UCM765, el cual se adhiere selectivamente al receptor MT2, los investigadores observaron un aumento en las fases de sueño profundo en ratas y ratones. El UCM765 actúa sobre un área del cerebro conocida como tálamo reticular, que es el principal impulsor del sueño profundo. Este nuevo fármaco, a diferencia de los tratamientos tradicionales para el insomnio, aumenta el sueño profundo sin destruir la "arquitectura" del sueño.
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jueves, 12 de enero de 2012
Relación entre la ausencia de una proteína sináptica y la esquizofrenia
Aunque muchas enfermedades mentales se dan sólo en los seres humanos, los animales exhiben a veces comportamientos anormales similares a los que se ven en personas con ciertos trastornos psicológicos.
Ahora, unos investigadores del Instituto Tecnológico de California han comprobado que los ratones que carecen de un gen que codifica para una proteína particular presente en las sinapsis del cerebro, muestran un conjunto de comportamientos anómalos parecidos a los que se dan en humanos con esquizofrenia, así como en las personas aquejadas por trastornos del espectro del autismo.
El equipo de Mary Kennedy observó en ratones el efecto que la ausencia del gen tiene para una proteína llamada densina-180, abundante en las sinapsis del cerebro, que son las conexiones electroquímicas entre una neurona y otra, conexiones que permiten la formación de redes entre ellas.
Esta proteína, al pegarse a ciertas proteínas, las mantiene juntas en una parte de la neurona que se encuentra en el extremo receptor (postsinapsis) de una sinapsis. Kennedy y sus colaboradores han constatado que la densina-180 ayuda a mantener la cohesión de una pieza clave de la maquinaria reguladora en la postsinapsis.
En ratones sin densina-180, los investigadores encontraron menores cantidades de algunas de las otras proteínas reguladoras normalmente presentes en la postsinapsis. Kennedy y sus colegas estaban especialmente intrigados por una marcada disminución en la cantidad de una proteína llamada DISC1. Se sabe desde hace algún tiempo que una mutación que conduce a la pérdida de funcionalidad de la DISC1 predispone a los humanos a desarrollar esquizofrenia y trastorno bipolar.
Neuronas. (Foto: Caltech/Kennedy lab.)
En el nuevo estudio, los investigadores compararon el comportamiento de ratones normales con el de los que carecían de densina. Estos últimos mostraron una memoria a corto plazo deficiente, hiperactividad en respuesta a situaciones nuevas o estresantes, un déficit de la actividad normal de confección de madrigueras, y mayores niveles de ansiedad. Los estudios sobre ratones con rasgos de esquizofrenia y anomalías parecidas a las del autismo han mostrado que tienen comportamientos similares.
Ahora, unos investigadores del Instituto Tecnológico de California han comprobado que los ratones que carecen de un gen que codifica para una proteína particular presente en las sinapsis del cerebro, muestran un conjunto de comportamientos anómalos parecidos a los que se dan en humanos con esquizofrenia, así como en las personas aquejadas por trastornos del espectro del autismo.
El equipo de Mary Kennedy observó en ratones el efecto que la ausencia del gen tiene para una proteína llamada densina-180, abundante en las sinapsis del cerebro, que son las conexiones electroquímicas entre una neurona y otra, conexiones que permiten la formación de redes entre ellas.
Esta proteína, al pegarse a ciertas proteínas, las mantiene juntas en una parte de la neurona que se encuentra en el extremo receptor (postsinapsis) de una sinapsis. Kennedy y sus colaboradores han constatado que la densina-180 ayuda a mantener la cohesión de una pieza clave de la maquinaria reguladora en la postsinapsis.
En ratones sin densina-180, los investigadores encontraron menores cantidades de algunas de las otras proteínas reguladoras normalmente presentes en la postsinapsis. Kennedy y sus colegas estaban especialmente intrigados por una marcada disminución en la cantidad de una proteína llamada DISC1. Se sabe desde hace algún tiempo que una mutación que conduce a la pérdida de funcionalidad de la DISC1 predispone a los humanos a desarrollar esquizofrenia y trastorno bipolar.
Neuronas. (Foto: Caltech/Kennedy lab.)
En el nuevo estudio, los investigadores compararon el comportamiento de ratones normales con el de los que carecían de densina. Estos últimos mostraron una memoria a corto plazo deficiente, hiperactividad en respuesta a situaciones nuevas o estresantes, un déficit de la actividad normal de confección de madrigueras, y mayores niveles de ansiedad. Los estudios sobre ratones con rasgos de esquizofrenia y anomalías parecidas a las del autismo han mostrado que tienen comportamientos similares.
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